Blog

Vale la Pena Celebrar la Vida

 |  | Comments Off on Vale la Pena Celebrar la Vida

Hace dos semanas, celebramos el cumpleaños de nuestra hija (Annalucia Valdez Tucker) mayor, que cumplió cinco años. Tuvimos 13 de sus amigos de la escuela y la iglesia. El aire estaba un poquito frío, pero eso no detuvo los niños corrieran, rieran y disfrutaran de la vida que cada uno de ellos goza.
A mí, Elizabeth, siempre me han gustado los cumpleaños . . .siempre. ¿Pero a que niño no le gustan? Porque no disfrutar un día en donde se puede hacer bulla y comer todo el pastel y helado que puede sin pena. Incluso ahora, todavía me gusta celebrar los cumpleaños a todo gusto (¡en nuestra casa celebramos nuestro cumpleaños por una semana e incluso recibimos un pastel especial en nuestro medio cumpleaños!) Pero, el significado crece cada ves que pongo una candela mas en el pastel de mi hija y muchas mas en mi  propio pastel de cumpleaños. Se han convertido en mas que pasteles y confeti, y ahora son una celebración verdadera del mas precioso regalo . . .la vida.

Hace nueve años, conocí un ministerio que creció en mi corazón rápidamente y se hizo parte de mi vida diaria.  Por medio del ministerio en el hospital con Kairos, mis ojos y mi corazón fueron abiertos a un mundo de dolor que nunca pensé que lo fuera a encontrar y que todavía no puedo comprender completamente. Un mundo donde los padres entraron el hospital abrazando a su niño pero salen abrazándose y consolándose a si mismos y lamentando su perdida. Un mundo donde una madre se sienta a lado de la cama de su niño por semanas o meses, dejando a cinco mas en la casa y se encuentra con la difícil decisión de quedarse con el niño enfermo o regresar a cuidar al resto de sus niños abandonando al niño al que no le puede dar ayuda física o financiera  y mas frecuentemente las madres tomen la decisión de abandonar el niño enfermo para que el hospital se encargue de el sin nadie que le limpie sus lagrimas. Un mundo donde niños pequeños incluso de meses son diagnosticados con raras formas de cáncer y pelean esta fea enfermedad hasta que sus cuerpos frágiles no pueden más y Dios se los lleva a casa. Ser testigo de todo esto cuando tenia 20 tantos años me afecto increíblemente pero me impacto cuando me convertí en madre. Me recuerdo de la primera ves que fui al hospital después del nacimiento de Andalucía para compartir el café y pan como parte del ministerio Kairos. Había entrado y salido del hospital muchas veces y había trabajado con familias pobres aquí en los estados unidos y sentía simpatía por cada persona con la que trataba. Pero, sin embargo, esta vez (Julio 2005) fue muy diferente.  Ahí estaba, una madre de una niña saludable de 2 meses y medio, y me encontré de cara con otras mamas de mi edad o mas jóvenes, sentadas y desconsoladas en un cuarto oscuro en el hospital viendo sus bebes enfermos y débiles en una cuna de hospital.  Sus llantos no eren muy fuertes, si no que muy débiles.  Sus pieles estaban pálidas. Su pronóstico no era bueno. Mi corazón se quebrada. Por la primera vez perdí mi compostura. Empecé a llorar y tuve que salir del hospital para que mis lágrimas no incomodaran a las madres. Mi simpatía rápidamente se convirtió en compasión. Yo podía sentir el dolor de cada madre sentada allí me imaginaba que era mi bebé. El dolor crecía en mi corazón porque sabía que no podía comprender la angustia de esas madres. La ansiedad de no saber el pronóstico de sus niños; el no poder hacer nada; la desolación de pensar en el costo de los medicinas y que esta significar vida o muerte para su niñitos. Entonces me sentí culpable – ¿porque estas madres no han sido bendecidas con bebés sanos que pueden vivir una vida cómoda? Como podrían ellas creer en lo que sentía por ellas cuando yo podía regresar a la casa y abrazar a mi bebé en paz y comer mas que un pedazo de pan y una tasa de café que probablemente esto es lo que ellas habrían tenido de comer todo el día.  Entonces mi culpa se volvió en agradecimiento y adoración. Adoración a Dios por mi hija saludable (y mi sobrina y mi sobrino y mi otra sobrina que estaba en ese momento en camino). Mi adoración se convirtió en propósito. No es mi tarea el entender porque Dios se lleva algunos de sus hijos antes y a otros después y tampoco es mi tarea el traer este entendimiento a otros.  Pero e sido llamada a dar consuelo al que sufre, fuerza al cansado, y comida al hambriento (Mateo 25: 35 – 40). Eh sido llamada a hacer la diferencia y traer conocimiento a otros.

La iglesia a la que asistimos regularmente aquí en el condado de Lancaster en los Estados Unidos (cuando no estamos visitando otros iglesias), esta haciendo una serie titulada Mas Que Esto (LCBC, Manheim, PA  2 Abril – 2 Mayo, 2010) basada en el libro Un Hoyo en Nuestro Evangelio ( A Hole in the Gospel) escrito por Rich Stearns, Presidente de Visión Mundial, Estados Unidos. Algunos miembros de nuestra familia han leído este libro y lo recomiendan ampliamente. Su tema central, y cada predica de esta serie impartida por el Pastor David Ashcraft, son similares de los valores del Ministerio Kairos. Varios versículos han sido usados en el libro y en el serie de sermones[i]  que describen lo que Ministerios Kairos esta tratando hacer en respuesta al llamado de Dios de ayudar al pobre y al que sufre.  En Salmos 82: 3 y 4, leemos: “Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso, librad al afligido y al necesitado; ¡ libradlo de manos de los impíos!¨ Igualmente, si vamos a el libro de Proverbios, podemos leer las palabras de consejo que una madre le da a su hijo en capitulo 31:8 y 9 “Abre tu boca en favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso.” Como ministerio, hemos decidido que no podemos sentarnos y pretender que no hay gente que muere de enfermedades raras, o que sufren de malnutrición y pobreza. Debemos de tomar enserio las palabras de estos versos y ser las manos y pies de Dios, y extender nuestra ayuda a los que la necesiten. No juzgamos a los que servimos diciendo,”ellos ocasionaron esto por si mismos por medio del pecado” o “si solamente fueren mas educados y consiguieran un trabajo, no estarían en esa situación”, como vemos a los discípulos preguntándole a Jesús y la respuesta de Jesús hacia ellos y nosotros, en Juan 9: 1-3, Al pasar Jesús vio un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: ‘Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?’ Respondió Jesús: ‘No es que pecó  este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. ”

Eh aprendido através de los años que se nos dan dos opciones cuando nos enfrentamos a una situación que nos reta. . . Apatía o Acción. Apatía es hacer nada, sin ningún cambio en nuestra vida; siguiendo la misma rutina día a día, sin cambio en nuestro propósito. Acción es hacer algo, cualquier cosa, que demuestre que hemos permitido que la situación tenga un impacto en nuestra vida. Si apatía es lo mismo para todos, acción puede tomar diferente formas en cada una de nosotros.  Puede ser en la forma de un cheque para ayudar algún misionero o ministerio, o talvez, se voluntario en una obra de caridad local. Para algunos puede ser el crear un sistema de coreo electrónico para informar a otros de necesidades o ir en viajes misionaros de corto plazo.  La acción puede confrontar las injusticias que causen situaciones difíciles o puede hacer unos guerreros de la oración para aquellos que sufren y para los que los ayudan. Las palabras en Salmos y en Proverbios que compartí con ustedes anteriormente nos llaman a la acción. Para aquellos de nosotros que vivimos en áreas desarrolladas con infraestructura moderna y acceso a la prensa y a las comodidades comunes, encontramos que puede ser muy fácil  para nosotros a no pensar en las personas que nos rodean. Nos enfocamos en nuestros problemas diarios y nos decimos a nosotros mismos, “nadie puede entender mi situación . . .si solo supieran como esta mi vida de mal, podrían entender porque no puedo [ayudar; participar; celebrar; llene el espacio vacío. . .]. Muchas veces, no nos gusta ser interrumpidos y nos molesta cuando se nos pide ayudar en la iglesia con los niños o cubrir un turno de alguien más en nuestro trabajo. Sin embargo, podemos ver en Filipenses (4: 2-18) que nos recuerda que necesitamos ver afuera de nosotros mismos y ayudar a nuestros vecinos (vs. 2). Confieso que a veces soy culpable de esto, cuando se me presenta la oportunidad de ayudar a alguien pero mi primera respuesta es, “¿Ahora? ¡Pero estoy cansada! Tengo un millón de cosas que hacer en la casa . . . ” En la Casa Kairos, Paco y Priscila nunca han tenido que buscar por la gente que tienen hambre y enferma y pueden que después de un año de conocerles mueren. Paco y Priscila tienen momentos en cuando ellos están cansados y emocionalmente agotados y preferirían no se molestados por las dolencias de otros. Igualmente, cuando estamos trabajando en las aldeas de Chiquimula y tenemos nuestra propia “agenda” de cosas que queremos completar durante la semana, pero frecuentemente somos “interrumpidos” por una familia que tienen necesidad y su problema “encaja” en que nosotros teníamos planeado para la semana. Y es fácil decir, en estas situaciones, “Que lo sentimos, pero no les podemos ayudar en este momento“, pero encontramos consuelo en la sabiduría de  Proverbios 3:27 y 28, “Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quien lo necesite; no digas a tu prójimo: ‘Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré’, cuando tengas contigo qué darle.”  Dios nos llama a cada una de nosotros, en diferente tiempo, para hacer diferentes actos de servicio. Todos tenemos dones que son únicos. Necesitamos estar listos para lo que pueda verse como una “interrupción” en nuestra vida y ver la como una oportunidad de servir a Dios personalmente. ¡Una oportunidad para celebrar! 

Muchos de ustedes saben que el jueves, 15 de abril, Andrés, el joven del cual les hemos hablado ya por varios años, fue a estar con Dios. Todos de nosotros en Kairos y en la familia Valdez específicamente, fuimos afectados grandemente y en diferentes maneras. Paco y Priscila y sus hijos que ayudan en la casa Kairos fueren afectados por la perdida de un querido amigo con el que habían compartido por varios años y visitado en el hospital diariamente. La perdida de Andrés ha dejado una cicatriz emocional en los corazones de los conocieron personalmente, como la perdida de muchos otros en el transcurso de los años. Se me rompió el corazón al saber que su vida termino tan pronto pero estaba agradecida que el no sufría mas.  Me duele por ellos que siempre sentirán la perdida de su vida y llore por la tragedia que el no pudo tener el simple “lujo” de tener a su madre que lo abrazara mientras moría porque ella no pudo dejar a sus otros hijos en casa o hacer el viaje largo con ellos. Tratar de contemplar la idea de solo susurrar a mi niño casi inconciente por el teléfono celular me hace sollozar  incluso ahora mismo cuando escribo esto y le pregunto a Dios “porque” y cual era su propósito . . .entonces recuerdo las palabras de la madre de Esperanza, una niña que hoy tiene 5 años de edad y que nació sin esófago, cuando comparte y dice, ” si se [encuentra en una situación similar] no se quejen contra Dios, porque tenemos un Dios viviente. . .” y los palabras de Don Pascual, el padre de Andrés, quien compartió con Gustavo ha solo momentos después de que su hijo tomo su ultimo respiro, “Estoy muy agradecido por las oraciones de todos y pongo mi confianza en Dios en estos momentos.”  A este padre y madre, se les dieron grandes interrupciones en su vida, pero aun así encontraron el esfuerza para adorar a Dios en los momentos mas oscuros. Ellos, y los otros muchos padres y madres y familias a que los servimos en la Casa Kairos, Chiquimula, y San Marcos, entienden que en la vida no importamos solo “nosotros” pero importa Dios y siempre amar a todos los que nos rodean. Vale la pena celebrar la vida…siempre.

El cumpleaños de Annalucia no fue solo para celebrar su vida, pero, debido al tiempo de su cumpleaños, fue también en honor y en memoria de Andrés, para celebrar su preciosa vida y la de otros que ahora celebran su vida eterna en el cielo.

¿Como celebrara a Usted la vida que Dios le ha dado hoy?

Celebrando en Servicio.
Elizabeth de Valdez por el Ministerio Kairos


[i] Puede ver o escuchar (en ingles) la serie que recientemente termino en LCBC visitando http://lcbcchurch.com y haga “clic” en Current Series en la esquina superior derecha, o, haga “clic” en los “links” provistos  en nuestro blog que se titula More Than This Series.

Categories: Español, Monthly Updates/Noticias del Mes

Comments are closed.